La mejora de la eficiencia energética se ha convertido en una de las prioridades del sector residencial. Sin embargo, conseguir la ansiada ‘A’ es inviable en muchas edificaciones por el mal estado de su instalación eléctrica, el aislamiento insuficiente o la falta de mantenimiento de los sistemas de climatización. De hecho, subestimar la importancia de las revisiones o la reparación calderas en Vilagarcía y otros municipios puede disparar el consumo eléctrico y afectar negativamente al bienestar térmico en el hogar.
Además de prestar atención a las revisiones periódicas y limpiar con regularidad estos sistemas, se recomienda optimizar su funcionamiento siguiendo las indicaciones del fabricante. De lo contrario, habrá que asumir un mayor gasto por las averías puntuales y las pérdidas de rendimiento.
En la medida de lo posible, aprovechar la luz natural es una medida simple para ahorrar en la factura de la luz. La cuestión no es alumbrarse con velas después del ocaso, sino en mantener abiertas las persianas y cortinas hasta ese momento del día, con el fin de reducir la dependencia de la iluminación artificial.
Asimismo, una instalación eléctrica en malas condiciones hace un flaco favor a la eficiencia energética de la vivienda. Se recomienda chequear su estado cada cinco o diez años. Con ello, se logra no solo eliminar los gastos innecesarios, sino prevenir peligrosas sobrecargas que provoquen un incendio doméstico.
Por su parte, las fugas y microcorrientes de aire en puertas, ventanas y otros elementos disminuyen el aislamiento térmico del edificio, aumentando la carga de trabajo de los radiadores, calderas y otros sistemas de calefacción. Por eso, son bienvenidas las reformas encaminadas a rellenar los techos y paredes con lana de roca, sellar las rendijas o sustituir los vidrios simples con un doble o triple acristalamiento, entre otras actuaciones cuyo coste puede deducirse fiscalmente en España.