Hay perros que tienen de por sí un carácter nervioso. Algunas razas son más propensas ya que tienen características pensadas para actividad, como son los perros de caza o aquellos utilizados para el tiro de trineos. Son animales que precisan de mucho ejercicio para desfogarse y llegar a casa tranquilos. Cuando se acoge en la familia a un perro de una raza nerviosa, hay que tener claro que el compromiso es mayor que con otros animales tranquilos. No bastará con un pequeño paseo para cubrir sus necesidades, al menos uno de los paseos diarios tendrá que ser para hacer ejercicio, largo y exigente. Y los fines de semana habrá que llevarlo a dónde sea posible soltarlo para que realice una mayor actividad física.
El ejercicio es pues, fundamental para estos perros de razas activas. Esto calmará sus impulsos y facilitará que puedan vivir en un hogar. Pero ¿qué ocurre con perros que, en principio, tienen necesidades más generales pero que se ponen nerviosos en circunstancias especiales? Hablamos de perros que se ponen nerviosos cuando hay visitas en la casa o cuando se tiran petardos con ocasión de una fiesta.
Para estos animales, la mejor política es seguir una doble pauta. Primero, una pauta de conducta. Esto es, aprender a manejar a los animales cuando tienen este estado de nervios. Un etólogo puede ayudar en el caso de que con los consejos generales que se dan por parte de un veterinario para estos casos, no sea suficiente. El etólogo estudiará al animal y a su entorno y dará soluciones mucho más personalizadas.
La segunda pauta es la de usar un Tranquilizante natural para perros cuando se prevén este tipo de situaciones. Si sabemos que el lunes empiezan las fiestas del pueblo y se van a tirar petardos y habrá ruido, una semana antes se puede empezar a dar al animal este tipo de producto para que se relaje y se sienta más a gusto. Lo mismo si sabemos que vamos a tener visitas, por ejemplo alguien que se va a quedar en casa durante varios días.
Aunque estos productos funcionan mejor si se aplican días antes y se mantienen durante un tiempo, muchos son efectivos incluso al instante, dándole al animal una sensación de tranquilidad que le ayudará, junto con las pautas de conducta, a no sufrir tanto la ansiedad que le pueden producir esas situaciones que no le gustan.
